La Influenza aviar es un virus con gran capacidad de contagio del que se conocen tres subtipos: A, B y C. Las aves silvestres acuáticas son los huéspedes naturales de todos los virus de Influenza A conocidos y especialmente los patos, cisnes, aves costeras, etc.
Los tipos B y C no afectan a las aves en principio, sino que son más específicos de humanos y ocasionalmente otros mamíferos como los cerdos.
Las alarmas empezaron a saltar cuando en 1997 en Hong Kong se pudo asociar procesos respiratorios graves en humanos con virus H5N1 en los que 18 humanos se vieron afectados por una epidemia de la enfermedad en un mercado de venta de aves vivas, caracterizándose por una alta incidéncia de neumonías y mortalidad (un tercio de los afectados).
¿Qué quiere decir H5N1?
La clasificación de estos virus se realiza mediante el análisi de las proteinas que se presentan en su superficie, esencialmente dos: La hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). En nuestro ejemplo la H5 quiere decir que tiene una proteina HA clasificada como 5 y una NA clasificada como tipo 1.
Se conocen 18 subtipos de proteinas Hemaglutininas (HA) y 11 tipos possibles de Neuraminidasa (NA) siendo possible el encontrar todo tipo de combinaciones possibles entre ellas.
Los subtipos denominados altamente patógenos son los H5, H7 y H9 que son los que pueden crear un riesgo y alarma social importantes que puede afectar con razón o no al sector.
¿Donde están los reservorios?
Este es el principal eslabón débil del sector. Las aves silvestres y especialmente las acuáticas son portadoras asintomáticas del proceso y no manifiestan síntomas de la enfermedad, pues han alcanzado un equilibrio con el virus, sin embargo la gran extensión de la población humana y las necesidades para alimentar a esta gran humanidad, ha supuesto un aumento de contacto entre estas aves silvestres y las aves domésticas, ya sea por la desaparición de los lugares donde estas habitaban obligándolas a acercarse a las poblaciones y por la aproximación constante de las poblaciones humanas hacia estas zonas húnedas donde habitan estas especies silvestres.
Es por ello que las rutas migratorias de las aves silvestres es donde se ubican la mayoría de casos descritos o documentados de la presencia de estas cepas altamente patógenas.
Este contacto se hace evidente en pequeñas explotaciones rurales al aire libre o en las grandes instalaciones también al aire libre, donde la presencia de alimento y agua atraen a estas aves en su ruta migratoria como lugar de descanso, seguridad y avituallamiento.
¿Radica el riesgo para los humanos en el contacto con las aves afectadas?
Es evidente que el contacto con animales afectados puede conllevar un riesgo de infección, sin embargo se ha de especificar que es muy bajo, sobretodo cuando no hay convivencia con los animales. Los casos de transmisión existen sobretodo cuando se hablan de epidemias en mercados rurales o aves que residen en zonas rurales en contacto íntimo con los humanos.
La actuación en casos de sospecha debe ser rápida y tomar las medidas preventivas necesarias por parte del personal de la instalación, siendo de esta forma prácticamente imposible el contagio.
El principal punto de atención para las autoridades sanitarias es cuando se han podido documentar casos de transmisión entre humanos de estas cepas víricas, que aunque no son muchas si que existen de conragio entre hija-nadre y paciente-enfermeras, que es donde puede originarse una pandemia grave.
¿Tiene capacidad de mutación?
Investigaciones recientes han demostrado que los virus de baja patogenicidad pueden mutar y transformarse en virus hiperpatógenos y es donde puede radicar el riesgo para la población humana.
Para que aparezca una forma con transmisibilidad entre humanos es necesario que los antígenos de superficie (hemaglutinina y neuraminidasa) muten para adaptarse a la especificidad de las membranas de las células humanas, en vez de a las aviarias.
Además la forma de contagio podría evolucionar pasando del contacto directo al modo aéreo.
Todos los virus de la gripe de tipo A son genéticamente hábiles y están bien adaptados para eludir las defensas del huésped y una de las armas que tienen es que carecen de los mecanismos de reparación de errores durante la replicación.
Esto comporta el riesgo de que la composición genética del virus cambia conforme va infectando en el hombre o otros mamíferos y la cepa origen desencadena en una nueva variante antigénica.
También hay que añadir que el principal riesgo en este proceso radica que una infección simultánea de dos cepas víricas diferentes de la gripe recombinan su contenido resultando cepas víricas con material de ambos y apareciendo una cepa nueva.
Más información en:
http://whqlibdoc.who.int/hq/2005/WHO_CDS_2005.29.pdf
http://www.cdc.gov/flu/avianflu/avian-in-birds.htm
http://www.cdc.gov/flu/avianflu/h5n1-animals.htm
http://www.cdc.gov/flu/pdf/avianflu/h5n1-inventory.pdf
http://www.cdc.gov/flu/avianflu/h7n9-virus.htm
http://www.cdc.gov/flu/avianflu/influenza-a-virus-subtypes.htm